Pero llega alguien, que sin avisar llena un poquito de esa soledad que sentías. Y ese alguien trae a otro alguien consigo, y ese otro alguien trae a otro alguien,... y así sucesivamente. Pasas de estar realmente sola a estar realmente acompañada, pero con la sensación de tener más problemas de los que tenías antes y es en ese preciso momento en el que deseas volver a tu época de realmente sola, realmente abandona y de realmente triste por ello.
Porque a veces es mejor estar sola que mal acompañada.
Pero mejor que mejor estar acompañada de gente que merezca la pena realmente.
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