Love and peace

martes, 19 de julio de 2011

Y tras haber correteado bajo la lluvia durante horas, compartiendo risas y besos mojados, me llevaste a casa, todo volvía a ser como antes. Todo volvía a rondar en torno a ti. 
Me bajé del coche, prometiéndome no olvidar ni un solo minuto de lo que él y yo habíamos vivido durante todo el día. Me di la vuelta para ver como desaparecía su coche al cruzar la esquina. Me quedé allí plantada durante unos minutos.
Subí a mi habitación, encendí la luz, me puse el pijama y me tumbe en la cama, intentando recordar cada beso, cada palabra, cada gesto,... De repente hoy un coche en la calle, asomé la cabeza por la ventana, tan solo quería curiosear un poco. Allí estaba. Una vieja camioneta, oxidada por algunas partes, pero que intentaba permanecer con el color azul cielo, el cual llevaba desde hacía años. Se bajó del coche y tocó la puerta. yo ya estaba a mitad de las escaleras cuando eso ocurrió.
Abrí la puerta, me abalancé sobre él y le besé. Me abrazó levantándome del suelo sin dejar de besarme.
Caminó conmigo en brazos hasta el primer escalón de las escaleras. Me miró. Me besó. Y me preguntó si estaba segura.
                                          NO PODRÍA ESTAR MÁS SEGURA.


Llegamos a mi habitación, nos tumbamos en la cama y el ambiente se empezó a caldear. Empezaron a volar prendas de ropa que parecían que nunca se acababan. Se separó, me miró a los ojos y me dijo que me que quería. Selle sus labios con un beso, intenté que éste fuera mejor que cualquier otro beso. 
A la mañana siguiente desperté sola en la cama. Otra vez había sido un sueño.
Bajé las escaleras. Me preparaba el desayuno, esta vez si que no era un sueño. Intenté que no me oyera. Le sorprendí por detrás, le rodeé con mis brazos y nos besamos. Sabía que jamás me cansaría de besarle.


Y  nos fundimos el uno en el otro sin importar todo lo anterior.

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